BRISA MARINA.

Sí, lo sé. Me gusta sentarme frente el mar mientras escucho el salpicar de las olas con la orilla y las ráfagas de viento que acarician mi rostro. Me gusta la paz espiritual que hay aquí; sin tráfico, sin gritos, tan solo el silencio y el olor que desprende la brisa marina. Me gusta quedarme perpleja mirando el horizonte y pensar en ti, pensar en cada uno de nuestros besos y abrazos, la forma en que me miras y tu voz cuando me hablas. Me gustaría poder compartir este momento contigo, que estuvieras aqui conmigo dejando pasar las horas, recordando nuestros mejores momentos y que con un beso cambiara el color de las olas. Me gustaría que me cojieras de la mano y no la soltaras nunca. Me gusta quedarme sentada y tan sólo pensar y relajarme, sin mirar las agujas del reloj.